martes, 17 de enero de 2012

La irresponsabilidad de los padres que no vacunan a sus hijos


Actualmente, es fácil encontrar padres que se niegan a vacunar a sus hijos. Cada día que pasa,me asombra mas, la capacidad del ser humano de cometer las mayores estupideces, amparándose en información engañosa,falsa o sesgada.En esta sociedad de la información  en la que vivimos,es rápido y fácil encontrar  todo lo que buscamos para sustentar nuestras ideas, dando crédito a cualquier inútil,que nos diga, sin ninguna base científica, que lo mejor es que los niños enfermen, antes que provocarles un trauma por llevarles a que les den un pinchacito.¿Porque?.¿Ya todos somos médicos o investigadores y, hemos decidido que lo mejor es que enfermen?,¿es mucho mejor que enfermedades erradicadas vuelvan con mas fuerza cada año aumentando el numero de casos, solo porque creemos que es menos invasivo no vacunarlos?.
Opinan que no deberían vacunarse a los bebes,  porque las vacunas son muy fuertes ,que es mejor esperar  que los niños sean mas grandes y, que no les informan de los efectos secundarios.
En general, el calendario de vacunas de todos los países del mundo es muy similar.  Si se ponen demasiado pronto, a veces no son efectivas, porque el sistema inmunitario del bebe  todavía no responde (si no fuera por ese problema, se pondrían todas las vacunas al nacer, en el hospital, y asunto resuelto). Si se ponen demasiado tarde, aumenta el riesgo de que el niño enferme antes de vacunarlo. Por eso los países africanos suelen poner las vacunas un poco antes que los europeos, mientras que los países nórdicos (con un excelente sistema sanitario, para atajar cualquier posible brote) se permiten el lujo de empezar un mes más tarde e incluso de poner una dosis menos de la serie básica (difteria, tétanos, tosferina y polio). Cuando el riesgo de infección es mayor, es preciso adelantar las vacunas. Retrasarlas  o ponerlas después del año (o de los dos años) significa exponer al niño a un peligro de infección.
Las vacunas no son «demasiado fuertes» para bebés tan pequeños, y tampoco «sobrecargan» su sistema inmunitario ni nada por el estilo.
Los efectos secundarios de las vacunas son bien conocidos, y nadie pretende ocultarlos.Es mas, lean el prospecto de cualquier medicamento, más que ocultar los efectos secundarios, parece que los exageran.

La mayoría de los que se oponen a las vacunas sostienen que los casos de autismo han aumentado debido a las vacunas.
La revista Time, ha calificado a Andrew Wakefield, inventor de la falsa conexión entre la vacuna triple vírica -contra el sarampión, la rubéola y las paperas- y el autismo, como el autor de uno de los mas grandes fraudes científicos de la historia. 
"El médico británico y otros investigadores publicaron en 1998, en The Lancet, un articulo  en el cual, tras examinar sólo doce casos infantiles, aseguraban que existía una conexión entre la administración de esa vacuna y el autismo. El estudio tuvo un gran impacto en Reino Unido y, posteriormente, en otros países desarrollados -incluida España-, donde por su causa ha habido desde entonces un descenso de los índices de vacunación. La situación ha llegado a tal punto que algunos Gobiernos están tomando medidas para frenar la antivacunacion y, con ello, impedir el resurgimiento de enfermedades en retroceso hasta hace poco.
Ningún otro equipo de investigadores ha confirmado la relación entre la vacuna y el autismo defendida por Wakefield, quien ha visto como su estudio ha sido completamente desacreditado. En 2004, diez de los coautores de la investigación retiraron su firma del artículo que había desatado la tormenta. En febrero de 2010, The Lancet retiró el texto de sus archivos por fraudulento y, en mayo de ese mismo año, el Consejo General Médico (GMC) de Reino Unido prohibió a Wakefield ejercer en el país por su actitud deshonesta e irresponsable en el trabajo citadnar la antivo. Hace un año, una investigación del periodista Brian Deer, para British Medical Journal, concluyó que la conexión entre la triple vírica y el autismo había sido fruto de un “sofisticado fraude” perpetrado por Wakefield para ganar millones a través de negocios basados en el miedo a la vacuna."
El año pasado el Juzgado Contencioso Administrativo 5 de Granada ordeno  la    vacunación forzosa de 35 niños contra el sarampión en Granada. La medida respondió a una petición de la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía para frenar un brote epidémico de sarampión detectado en un colegio de la capital,ante la negativa de 58 padres a vacunar a sus hijos y ante el avance del brote, que ya afectaba a 46 personas, ocho adultos y el resto menores; en los que catorce requirieron atención hospitalaria y tres tuvieron que ser ingresadas. Un tercio de los afectados tenia menos de 15 meses. 
En televisión apareció una madre, tan tranquila,  afirmando que las vacunas son un derecho y no una obligación.
Es alucinante. Una enfermedad tan peligrosa como el sarampión, que puede complicarse tanto, inflamando zonas del pulmón y del cerebro, que puede provocar la muerte y, que se puede evitar gracias a la investigación científica, y aun así, tiene que venir un juez para proteger a la población de un brote, imponiendo una vacunación obligatoria.
Si algunos padres asumen el calendario de vacunas como un  derecho y, no vacunándolos, sus niños enferman, los gastos médicos deberían sufragarlos ellos, ¿no?, y si esa enfermedad a la que han expuesto tan alegremente a sus hijos, les produce serias complicaciones,¿entonces que?¿confiamos de nuevo en la ciencia para que nos ayude?.
En el hospital, al nacer el bebe, os darán toda la información del calendario de vacunación,  no los vacunéis si tienen fiebre o están enfermos, llevadlo antes a vuestro pediatra.
La vacunación es, como afirma el pediatra Carlos Gonzalez, una de las prácticas médicas que más sufrimiento, dolor y muerte han evitado.

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